Colocar tu nombre sería un cliche
Quiero dedicarte algo. Quizás para decir gracias, o un hasta luego de ante mano. Pensé en un abrazo pero esos se borran con el pasar de los extraños. ¿Una canción? ¿En mi menor? Bah, esas se olvidan. A demás, ya eres melodía-
Podría marcar(me) tu piel con un verso, unas cuantas silabas y un poco de sexo.
Para que cuando, las- líneas dibujen tu cara aun tengas escritas mis palabras Para que pienses en mí, cuando ingieras la tinta de algún desconocido.
Y recuerdes cuando fuiste, la musa de un miserable poeta la luna de un lunático. El color en un lienzo en blanco. Las noches en vela, y las sonrisas de este extraño. Quiero –sin embargo- dejar mi mejor poema en tus labios para que, al hablar, oigas mis letras y- Me escuches siempre, recitar contigo, al suspirar.