Restos de una noche
La boca sabe a humo.
Son las cenizas de una buena noche. Lo sostengo entre mis labios. Es el aire que infecta mis pulmones, es la llama que ilumina el fin de mis días. Las preocupaciones se escapan con las carcajadas. Tanteo el espacio con la mirada. Rostros felices, sonrisas rotas.
Somos los soñadores, somos la nueva desilusión.
Diluimos las frustraciones con el néctar que calienta la garganta. Evitamos la realidad tratando de entenderla. Somos los nuevos falsos revolucionarios del ayer. Nada especial.
Corre el alcohol.
Corren las risas.
La boca me sabe a humo. Y Soy el navegante en una marea de resaca. Soy el cambio en una sociedad que no cambiará. Nada especial.
Siempre fue así.
Es todo lo que hay.
Ahora lo entendemos. Ahora nos damos cuenta. No hay nada especial en nosotros.
La fiesta... continua.
Corren los sueños-
Corren los suspiros por un mañana.
