Cigarro
Ganas que no cesan: esas son las que matan.
Comienza con un simple pensamiento. No dura ni un instante, es solo una sugerencia, un comentario susurrado al oído de tu mente.
Pasa el tiempo y él sigue ahí, esperando por ti; sabes que está mal, pero sigues pensando, ahora deseas apagar tu mente.
Cierras los ojos… allí esta. No dejas de pensar.
Tomas la iniciativa y te dejas llevar por el deseo, caes ante la tentación creada por la duda, creado por aquel susurro en la oscuridad de tu corazón.Tomas una bocanada de aire y el fuego, como el amor, termina por extinguirse. Una duda, un susurro que mato el sentimiento.
Unas ganas que no cesaron, unas ganas que mataron.