Papel
Tómalo a la ligera, o mejor tómalo como quieras, yo solo plasmo mis pensamientos en papel, porque las palabras se van con el tiempo, así que entre el grafito -o tinta, como prefieras, por ti lo que sea- fluyen las emociones mientras me ahogo en el alcohol del arrepentimiento.
Soy de esos que pasa la vida viendo las nubes pasar imaginando como sería caminar entre ellas, de esos que luego se queja de cómo viven la vida pero no se atreve a vivirla; de esos que se aferra al miedo, ese miedo que esclaviza el alma y sella los labios.
Solía leer el lenguaje de las miradas pero ese lenguaje me llevo a una conversación inoportuna con tus labios –tus malditos labios-. Condenaste este corazón a vivir del pasado, porque ese fue el único momento en el que sintió el latido de otro a su lado, ahora es frio y arrugado.
En la penumbra de mi habitación, todos los días, te escribo palabras que nunca leerás pero es lo único que tengo, es lo único que soy capaz de ofrecer: unas cuantas palabras que inmortalicen mi amor por ti; y es que estas palabras gritan lo que mi corazón calla.
