Nosotros los inocentes
Pasamos nuestros días esperando; soñando con un mejor mañana, dejamos nuestra mente volar con los dulces deseos que nuestros labios prometen, caminamos por la vida con la seguridad que todo estará mejor, imaginando como seria nuestra vida si hubiéramos tomado otra dirección, pero en nuestros corazones sabemos que nos aterra la idea del mañana, porque no sabemos que nos traerá.
Al caer la noche los monstruos salen a la calle y los inocentes saben que es tiempo de esconderse.
Nos arrebatan los sueños, nos arrebatan los deseos, y en el peor de los casos hasta la vida. Somos una generación enseñada a vivir en conformismo, un conformismo forjado en la incertidumbre, pero aun así nos vamos a la cama soñando, soñando con un mejor mañana.
Pero ahora los monstruos se esconden de los inocentes, porque dejamos de soñar. Dejamos de soñar para luchar por ese mañana que tanto anhelamos.
