Cianuro
Hace mucho que las agujas se detuvieron. Ya mi tiempo no vale y la sangre no cuela. Ni mi tiempo ni mis letras.
Rígida, pálida y seca. Músculos tiesos y viejos, una mirada turbia y pérdida, fija en el ayer. Las palabras no llegaron a nacer. Las vocales desaparecieron en un encuentro con tu lengua.
Ahora, tres metros bajo tierra. Bajo la silueta de mis labios, tus labios Benditas nuestras bocas de cianuro.
Tic toc, tic toc Sonaba el reloj Tic… toc. Sonaba mi corazón.
Tic toc, tic toc El constante recordatorio. Tic, toc. Y me enloquecía la idea de perderte.
Las agujas se detuvieron.
El tiempo me abandono.
Tic… toc.
Un beso basto.